Informe de la reunión con la concejala de obras acerca de Arenales

El pasado miércoles, a las 5, en el Colegio Aguadulce, tuvo lugar la reunión convocada por las personas y entidades del proyecto 1 metro +. Acudieron personas del AMPA Aguadulce y Consejo Escolar, la directora en funciones del Colegio Aguadulce, personas de Las Palmas en Bici y vecinas, hasta sumar unos quince asistentes. Por parte del Ayuntamiento acudieron la concejala Nardy Barrios acompañada del concejal Ricardo González y el jefe de obras de la reforma actual de las calles del barrio.

Nardy Barrios, a solicitud de las presentes, informó de lo siguiente:

    El carril bici en Suárez Naranjo se va a hacer, como estaba previsto

    La peatonalización de esta misma calle no la puede garantizar en un primer momento, porque no depende de su concejalía, aunque es una decisión política tomada y por la que trabajará.

    Todas las esquinas del barrio (la zona en obras queda en el interior de la zona delimitada por Tomás Morales y León y Castillo, y Paseo de Lugo y Jerónimo Falcón) se ensancharán para acercar las aceras en los cruces y bajarlas al nivel del asfalto, formando las llamadas "orejas de burro" que impiden el aparcamiento en las esquinas. Estos ensanches permiten plantar en cada cruce 8 árboles, para lo cual se habilitarán los alcorques correspondientes. Aunque estos cruces no contarán con un elevamiento de la calzada para la disminución de la velocidad de los vehículos, supondrán una mejora sustancial en la calidad de vida del barrio.


    Ver Zona de obras en Arenales en un mapa más grande

    Se ampliarán las aceras en las cercanías del Colegio en la calle Aguadulce y Matías Padrón. No se concretó la ampliación a lo largo de toda la calle Aguadulce, que forma parte de la solicitud original del proyecto 1 metro + para Arenales.

    Los representantes del consejo escolar (padres), del AMPA y de Las Palmas en Bici aprovecharon la ocasión para solicitar al Ayuntamiento la paralización del proyecto dos mil millonario de ferrocarril para la isla, por antiecológico, por inútil, ineficiente e ineficaz en los objetivos que pretende cumplir, derrochador, y por el coste de oportunidad al sacrificar las inversiones en, por ejemplo, la mejora de la movilidad que tanto precisamos. Nardy y Ricardo comparten la demanda planteada y se comprometen a luchar políticamente por la paralización del mismo.


En posterior diálogo con el jefe de obra en visita a la calle Suárez Naranjo estudiamos la obra in situ, en un primer momento con la presencia de la concejala, con el proyecto Diego Naya a la vista. Estas son las informaciones y acuerdos planteados:


    El primer tramo de Suárez Naranjo (Pamochamoso-Aguadulce) ya tiene las instalaciones realizadas y se comienza a cerrar el jueves 8.

    A partir del lunes se rompen las aceras, y necesariamente ha de estar definido el proyecto final. Por lo tanto es imprescindible que el viernes se defina la intervención.

    El actual proyecto consiste en la renovación de las conducciones de agua de abasto y de canalización y conducción de aguas pluviales y de las aceras (en algún caso se ampliarán como en la calle Agustín de Bethencourt, donde por su estrechez desaparecerá el aparcamiento de vehículos en toda la calle). El presupuesto ya está cerrado, no contempla lo solicitado en el proyecto 1 metro +, y por lo tanto...

    No puede abordarse el proyecto Diego Naya en este momento, porque excede lo presupuestado. El jefe de obra plantea la alternativa de realizar la peatonalización aprovechando el actual firme de la calzada, que es de una enorme fortaleza (resiste maquinaria pesada), ante lo cual las presentes no planteamos inconveniente alguno, en una primera fase.

    El jefe de obra manifiesta que es perfectamente asumible en el proyecto cubrir el asfalto con un producto sintético antideslizante (slurry) de colores diferentes para el carril bici y para la zona peatonal.

    Discutimos las características técnicas del carril bici: Mientras que los vecinos planteamos la necesidad de que la vía debe tener una cota inferior al del resto de la calle para generar la sensación de exclusividad, el jefe de servicio argumentó que no era posible por requerimientos de accesibilidad, es decir, que esos pocos centímetros pueden provocar la caída de un peatón [si aplicásemos ese mismo criterio, las aceras actuales suponen precipicios ilegales por poner en riesgo la integridad del peatón con una altura tres veces superior].

    El jefe de obra plantea que las aceras han de conservarse para evitar que las aguas de lluvia lleguen a las puertas de las casas. Mientras en las calles peatonales suele establecerse la pendiente hacia la zona central, en este caso, por mantener el asfalto, la zona más alta de la calle continúa siendo el centro de la misma, y la más baja, la zona del asfaltado que limita con la acera, donde se sitúan las rejillas de aguas: todo ésto no se va a tocar ahora.

    Acordamos llevarle el proyecto de Diego Naya a Geursa para copiar algunas partes, previa petición de permiso al autor. El jefe de obra preparará distintas secciones tipo que presentará al jefe de servicio responsable de estas obras para optar por una solución.